Trabajar es un derecho que, además, al común de los mortales le permite comer y dormir bajo techo. Es de sup oner que, ya que será una de las actividades que más horas de nuestra vida implique, será mejor estudiar o prepararse para ser aquello que a uno se le da bien, le gusta, le motiva, le entretiene o le apasiona. Pero también hay quien piensa diferente: según el Ministro de Educación, José Ignacio Wert, los estudiantes deben decantarse por una u otra formación en función de las salidas profesionales y no de sus preferencias o gustos.
Francisco de Asís Martín del Buey, catedrático de Orientación Psicoeducativa en la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo.
Director, además, del equipo de Investigación Interuniversitario de Orientación y Atención a la Diversidad (GOYAD).