La valía de los trabajadores o de los propios responsables es quizá el mejor motor económico para una empresa. Sin embargo, si hacemos balance del equipo que trabaja en nuestra oficina, establecimiento o factoría, seguro que apuntamos algún incompetente que ocupa una silla no muy lejos de la nuestra. ¿Cómo gestionamos un equipo de incompetentes? ¿Y si es el jefe el más incompetente de todos?
Charlamos con Gabriel Ginebra, autor del libro El japonés que estrelló un tren para ganar tiempo.