“¿Puede una mentira construirse con mil pequeñas verdades?” Seguro que se nos ocurren incontables respuestas para esta inquietante pregunta. Y probablemente todas dependerán de la mentira, de q uién la formule, de cómo se construya y de quién se la crea. Esa intriga es el telón de fondo y el hilo conductor que emplea en su primera novela el periodista Eduardo Lagar para construir un entretenido enredo, vestido de mentiras, que disfrazan y ocultan grandes verdades.